jueves, 20 de octubre de 2022

Los cantillaneros volvieron a besar la mano de su Patrona

A las diez de la mañana del domingo 16 de octubre, la Virgen de la Soledad bajada de su camarín quedaba expuesta a la veneración de los fieles en besamanos, siendo la primera ocasión en que se pudo besar su bendita mano después de la Pandemia, un besamanos multitudinario que se prolongó hasta las nueve de la noche pasando por las plantas de la Señora muchos cantillaneros y foráneos. La Virgen lucia con sus mejores galas, la saya blanca del patronazgo, estrenada el octubre de 2019 con motivo de la Ratificación Canónica del Patronazgo, siendo realizada por Benito Molero López a partir de antiguos bordados del siglo XIX, el manto de camarín bordado en oro sobre terciopelo negro hacía 1900, atribuido a Juan Manuel Rodríguez Ojeda y la corona de M. Palomino, del siglo XIX. Al mismo tiempo, el camarín con todo su esplendor recuperado permanecía abierto para ser visitado y durante el día no cesaron los cohetes y tracas remarcando el gozo y la alegría de todo el pueblo con el anuncia de la coronación de su Patrona.
Para la hora del Ángelus, el párroco había convocado un repique general de todos los templos de la villa para festejas y proclamar la Coronación Canónica. A las doce de la mañana daba comienzo el rezo del Ángelus a las plantas de la Virgen de la Soledad, mientras que todos los templos repicaban sus campanas y estallaban cohetes en diversos puntos del pueblo. Seguidamente daba comienzo un concierto de la Banda de Música Nuestra Señora de la Soledad de nuestro pueblo que interpretó diversas marchas procesionales culminando con la marcha María Soledad, el Himno de la Virgen, la marcha coronación y el Himno Nacional.

A las nueve de la noche concluía el besamanos con la Salve Solemne y el canto del Himno de la Patrona, finalizando así la celebración de los Dolores Gloriosos de 2022, histórica porque la Virgen de la Soledad quedaba entronizada en su camarín tras la restauración del mismo y se anunciaba su Coronación Canónica.














 

N. H. José Ángel Espinosa