Una vez finalizada la restauración integral del camarín de la Santísima Virgen de la Soledad, la Hermandad de la Soledad ha acordado entregar las llaves del tabernáculo devocional donde va a ser venerada la imagen de nuestra excelsa Patrona al Párroco y a la Alcaldesa como representantes de los dos principales estamentos de la villa, el eclesiástico y el civil, tan vinculados históricamente a la devoción de la Soledad, nombrándolos custodios honorarios del camarín.
De esta forma se pretende que sea el pueblo de Cantillana el que simbólicamente representados por ellos, custodien el lugar sagrado en el que se venera a la Patrona, puesto que fueron los cantillaneros quienes lo construyeron en 1794 y los que han sufragado ahora su restauración. En la función de los Dolores Gloriosos, el próximo sábado 15 de octubre, se hará la entrega de las llaves que abren tan singular espacio destinado al culto de nuestra Madre.
