Siendo costumbre antigua de nuestro pueblo el ofrecerle a la
Virgen de la Soledad las velas de su candeleria como muestra de los favores
recibidos e implorados. Durante la mañana del Viernes Santo, en la tradicional
visita que los hijos de esta villa tributan a su Patrona desde tiempo inmemorial,
la hermandad pondrá a la venta las velas, colocándose posteriormente el nombre
de los donantes en una moñita.