El pasado sábado 30 de junio, la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad (Patrona y Alcaldesa Mayor Perpetua de Cantillana) organizó una peregrinación hasta la Capilla de los Marineros del barrio de Triana para ganar la indulgencia plenaria concedida con motivo del Año Jubilar que se está celebrando, otorgado por S. S. el Papa Francisco, coincidiendo con el VI centenario fundacional. Medio centenar de peregrinos se desplazaron desde Cantillana hasta la capital con la dirección espiritual de nuestro Párroco, Rvdo. Sr. D. Antonio Guerra Milla, quien ofició la Santa Misa a los pies de Nuestra Señora de la Esperanza de Triana.
A las once de la mañana todos los peregrinos de nuestra Hermandad llegaban a las puertas de la Capilla de la calle Pureza encabezada por una representación de la Junta de Gobierno portando varas y el estandarte corporativo, así como un centro de flores que fue depositado a los pies de la Virgen de la Esperanza. Una representación de la corporación trianera recibía a nuestra Hermandad, encaminándose hasta el Presbiterio donde nuestro estandarte fue colocado a la derecha del de la Hermandad Sacramental de la Esperanza de Triana. 
En la Santa Misa, en la que participaron varios miembros de la Junta de Gobierno y del Grupo joven haciendo las lecturas y peticiones, se pidió por nuestra comunidad parroquial, por los enfermos, por nuestra hermandad y especialmente por sus jóvenes, finalizó la misma con el canto de la Salve y la oración del Año Jubilar compuesta por Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla.
A continuación, el mayordomo, D. José Manuel León, tomó la palabra para dar muestra de la satisfacción que sentía al recibir la Hermandad de la Patrona de Cantillana, pueblo con el que mantiene fuertes lazos de amistad, manifestando que para él era todo un honor recibir a los cantillaneros que acudían a ganar el jubileo. Los participantes en esta peregrinación tuvieron el privilegio de venerar la reliquia de San Juan Pablo II que se custodia en el retablo mayor de la capilla y que en contadas ocasiones se da a besar, consistente la misma en un fragmento de paño manchado de sangre del atentado que sufrió el 13 de mayo de 1981 en la Plaza de San Pedro.
Tras la entrega de sendos cuadros de recuerdo por ambas corporaciones, y de la credencial de peregrino a todos los asistentes, se procedió a la visita guiada al Tesoro devocional de la Esperanza de Triana donde se pudieron admirar diversas piezas históricas, de bordado, orfebrería y otras artes suntuarias que conforman el patrimonio de esta importante institución, destacando piezas tan significativas como el manto “de los dragones”, el palio o la corona de oro con la que fue coronada canónicamente la Esperanza de Triana, la mayoría de ellas responden al estilo historicista con notable influencia de la forja y de la cerámica trianera que a comienzos del siglo XX, D. José Recio del Rivero utilizó para diseñar el personal estilo de esta corporación, especialmente en el ajuar de la Dolorosa, icono devocional del barrio de Triana.
Desde la Hermandad de la Soledad, queremos dar las gracias a nuestro Párroco D. Antonio Guerra por acompañarnos en la peregrinación y presidir la celebración de la Santa Misa, así como a la Hermandad de la Esperanza de Triana, especialmente a su mayordomo D. José Manuel León Gómez y a D. José María Cáceres Jurado por las atenciones recibidas en todo momento.
