El sábado Santo, nuestras veneradas imágenes titulares regresaron hasta el Santuario de la Soledad, ya que el Viernes Santo, la lluvia que comenzó a caer cuando la Santísima Virgen de la Soledad se acercaba a las puertas de la Iglesia, impidió el regreso de nuestra cofradía. A las cinco de la tarde dio el comienzo el traslado de los pasos del Sepulcro y de la Virgen de la Soledad que sin acompañamiento musical protagonizó un multitudinario y emotivo traslado el que se no faltaron saetas y muestras de fervor popular, poniendo de manifiesto una vez más la acendrada devoción que los cantillaneros le profesan a su Patrona y Alcaldesa Mayor Perpetua. Fotos: Ángel Espinosa.
© Fotos: Ángel Espinosa.