Tal día como hoy, 13 de enero, hace 431 años el mayordomo de
nuestra cofradía concertaba con Juan de Santamaría la ejecución de varias
imágenes entre las cuales se conservan varias, entre ellas el Santo Cristo del Sepulcro
que precisamente en estas fechas está siendo restaurado recobrando su aspecto
original.
Se conserva el contrato fechado el 13 de enero de 1583, suponiendo un documento de gran
relevancia, pues además de ser el más antiguo que posee la hermandad, es el
medio que permite fechar y documentar las Imágenes titulares y situar
aproximadamente los orígenes de la cofradía.
Cuatrocientos treinta años después, el cabildo de hermanos
aprobaba la restauración de la Imagen del Cristo yacente, necesaria desde años
atrás y con ella su puesta en valor entre los cantillaneros tras el letargo de
olvido en que se encontraba en contraposición con la devoción que en anteriores
centuria tenia.
Como decimos, el 13 de enero de 1583, Martin Blasco como “vecino de la Villa de Cantillana que soy al
presente mayordomo de la cofradía de la Soledad de nra señora de la dha villa”
concierta con Juan de Santamaría, ante el escribano publico Juan Bernal de
Heredia a cargo por esas fechas del oficio 21, sito en la calle Tundidores,
actual Hernando Colón de capital Hispalense, la realización de un conjunto de
Imágenes con sus andas procesionales.
Cristo del Sepulcro de la Hdad. De la Soledad, Juan de
Santamaría (1583)
|
Este contrato fue publicado en 1929 por Celestino López
Martínez y en el mismo ya se descubre que la hermandad estaba constituida y bien organizada, pues ya
aparece la figura del mayordomo, pero carente de imágenes y otros útiles para
el desarrollo de la conmemoración del Descendimiento, Entierro y Resurrección,
que marcaba su vida cultual y su propio carisma.
Se especifica la ejecución de: “… Un Cristo de resurrección fecho de pasta con las potencias e paño e
cruz dorados y el Cristo de encarnado (…) e otrosi os entregare un Cristo fecho
de gonces que sirva de descendimiento de cruz e para el sepulcro con las
potencias doradas e corona de espinas verdes (…) un sepulcro de madera, e cinco
Ángeles de blanco doradas las guarniciones e cabellos e alas con las insignias
de la pasión que se les pueda quitar y poner (…) las pariguelas al olio
pintadas de negro y mas una imagen de nra sra de pasión con su manto de balleta
negra y su sudario con la corona de espinas y tres clabos y un calvario con su
cruz de color de madera con su retulo al derredor con sus pariguelas…”.
El Calvario que conserva la hermandad y que se identifica en
el contrato. Ilustración de Luis M. López Hernández. |
Se fija de plazos para la ejecución de todo ello, el 15 de
febrero para el Resucitado y la cuaresma de ese mismos año para el resto, el
precio de todo el conjunto asciende a 80 ducados. Con todo ello, la hermandad adquiere
los elementos necesarios para la puesta
en escena de las celebraciones del Viernes Santo y la Resurrección.
Acerca de Juan de Santamaría se tiene pocos datos, solo se
ha encontrado hasta el momento otro contrato suyo, el de un Crucificado para la
cofradía sevillana del Gran Poder, fechado el 26 de marzo de 1576. De todo el
despliegue de imágenes y parihuelas contratado hace hoy 431 años, solo se
conserva en la actualidad dos de los cinco ángeles pasionarios del antiguo
sepulcro, restaurados el pasado año y colocados en la cruz de guía, y la Imagen
de nuestro Cristo titular.
La cruz con calvario tallado que se conserva puede
identificarse con la contratada en 1583, ya que se corresponde con la
descripción de la misma en el documento y no hay constancias de haberse cambiado
a lo largo de la historia. El verdadero enigma se configura en la imagen de
“nra señora de pasión”. El profesor José Roda Peña reconoce que la Imagen de
nuestra patrona desde el punto de vista estilístico, responde a la cronología
del encargo, al no haber constancia de la existencia de otra imagen anterior,
ni de haberse sustituido en algún momento, puede identificarse con aquella
contratada con Juan de Santamaría.
Uno de los cinco ángeles realizados
hace 431 años por Juan de Santamaría. |
De todas las imágenes, cobra especial relevancia en el
presente año la Imagen del Santo Cristo yacente, pues actualmente está siendo
sometida a una importantísima restauración que le devolverá su aspecto
primitivo, recuperándose las articulaciones para la escenificación del
descendimiento así como su policromía original que permanecía oculta bajo
numerosos repintes.
Estamos ante un momento histórico, Cantillana recuperará una
de sus imágenes más antiguas y emblemáticas; el acto del descendimiento y el
concepto de la procesión del Santo Entierro el Viernes Santo son la verdadera
génesis de la Semana Santa local y por ello, los hermanos de la Soledad y el
pueblo de Cantillana debe valorar y sentirse orgulloso de esta importante
recuperación histórica.