¡Oh María, Virgen de la espera y Madre de la esperanza, reaviva en toda la Iglesia el espíritu del Adviento, para que la humanidad entera se vuelva a poner en camino hacia Belén, donde vino y de nuevo vendrá a visitarnos el Sol que nace de lo alto (cfr. Lc. 1,78), Cristo nuestro Dios! Amén.
SS. Benedicto XVI, en las primeras Visperas de Adviento, año 2007