miércoles, 4 de noviembre de 2009

Santuario de Ntra. Sra. de la Soledad

El Santuario de la Patrona de Cantillana se levanta en una elevación del terreno en la parte norte de la población, en la salida del pueblo en dirección a El Pedroso. Aunque actualmente se encuentra dentro del núcleo urbano, históricamente ha estado distante del caserío, comunicándose por medio de un camino o calzada que es la actual avenida de Nuestra Señora de la Soledad que popularmente se conoce como “la calzada”.

En las últimas décadas del siglo XIX empezó a construirse algunas casas y huertas alrededor de la calzada, y a partir de los años de 1960 también empieza a construirse en los aledaños, hasta que terminó formando parte la Ermita del núcleo urbano en las últimas décadas del siglo XX.

Lugar de peregrinación diaria de los vecinos, que consideran este lugar sagrado como la Casa de la Madre, a donde acuden en busca de su consuelo y su amparo o a dar las gracias por el favor recibido, desde hace siglos este Santuario es un importante centro devocional de Cantillana que encierra el respeto y la devoción callada del pueblo por su Patrona.

Anterior al edificio actual existió en el mismo lugar  una Ermita anterior bajo la advocación de San Sebastián donde ya en el siglo XVI era venerada la Santísima Virgen de la Soledad, que debido a la gran devoción del pueblo terminó dando nombre a este recinto. Del antiguo edificio posiblemente se conserva una de las paredes de la Sacristía. Se sabe que tenía un pórtico que se exornaba con arcos de romero el viernes de Dolores y en cuyo atrio se celebraba cada Viernes Santo el descendimiento de la Cruz.

El deterioro de la Ermita y el aumento de la devoción de la Virgen, propició la necesidad de levantar un nuevo templo de mayores dimensiones, siendo alma mater de esta hazaña el presbítero José Velázquez, mayordomo de la cofradía en las últimas décadas del siglo XVIII. El nuevo templo sería uno de los primeros edificados en la provincia de Sevilla en estilo neoclásico siendo concluido en 1792 a falta de los retablos. La entronización de las veneradas Imágenes y la bendición tuvo lugar en 1794 con  fastuosos cultos que revistieron gran solemnidad, destacando la magna procesión de traslación de Nuestra Señora a su nueva Casa.

En los siguientes años se vino a completar los demás retablos de la Ermita, todo ello siguiendo la corriente neoclásica, estilo inherente a esta. En 1848 el cementerio fue trasladado a la parte trasera del templo, denominándose con el nombre de la Patrona.
En la Guerra Civil, los cazadores del pueblo formando con sus armas una barrera delante del mismo, impidieron el saqueo o destrucción de la casa de la Patrona, por lo que la mayoría del patrimonio del mismo se ha conservado hasta la fecha. En la década de 1950, con el cierre definitivo del convento de San Francisco del Monte, el Santuario acoge a la devotísima Imagen del Santo Cristo de la Agonía y su retablo, colocándose en el crucero del lado de la epístola.

Con el terremoto del cabo de San Vicente, el 28 de febrero de 1968, el Santuario vuelve a sufrir importantes desperfectos por lo cual, se trasladan las Imágenes a la Iglesia Parroquial donde fueron veneradas hasta 1973 en que se procedió a su reapertura con asistencia del Cardenal Bueno Monreal. El pueblo de Cantillana respondió a las necesarias obras del Templo de su Patrona costeando con sus donaciones los importantes gastos de estas. Aun así, la Hermandad tuvo que deshacerse de los bellísimos blandones de madera doradas y las arañas de cristal que poseía. En este periodo se colocó la solería actual, el zócalo de mármol y el nuevo Altar del Cristo de la Agonía.

Entre 1996-1997 se llevaron a cabo nuevas obras de reparación especialmente de las cubiertas. La puesta en punto definitiva del Santuario se ha llevado a cabo entre los años 2006-2010. En estos años se ha consolidado las dos Sacristías, las cubiertas y se ha edificado una gran sala para exposiciones y cabildos sobre un antiguo patio existente sin uso alguno; también se han recuperado las pinturas murales de una de las escaleras del camarín y de la sala de la Virgen, labor efectuada por un grupo de hermanos especializados en la materia.
Con esta necesaria intervención en el Santuario de nuestra Patrona, se ha puesto en valor espacios del edificio que quedaban obsoletos y se ha dotado a cada sala de un uso específico, solucionando así problemas de organización y espacio tanto en la exposición y conservación de enseres como para el desarrollo de la vida de hermandad y necesidades parroquiales.

Es un edificio neoclásico de una sola y espaciosa nave con crucero rematado con una bella cúpula de yeserias en cuyas pechinas hay unos relieves con los cuatro evangelistas y versículos del Stabat Mater. Esta cúpula, aún tiene reminiscencias barrocas, al igual que sucede con el camarín. Las bóvedas son de medio cañón y sobre la fachada principal se sitúa una espadaña de dos cuerpos decorada con azulejos de cerámica. La portada se sitúa a los pies del templo flanqueada de dos pilastras sobre las que se sitúa un frontón triangular bajo el que se sitúa un azulejo de la virgen; Sobre el conjunto se sitúa un pequeño rosetón mientras que ambos lados de la portada formando una perfecta simetría se encuentra la santería y la casa hermandad.

Esta ermita de la Soledad es uno de los ejemplos más destacados del estilo neoclásico en la provincia de Sevilla, por su uniformidad estilística. Del conjunto de la ermita destaca el presbiterio con su retablo mayor y las dos portadas-retablos. La construcción del templo fue concluida el 7 de diciembre de 1792, colocándose la imagen titular dos años más tarde. Tanto el retablo mayor como los enmarques de las puertas del presbiterio corresponden a esos años finales de la centuria. En ellos se utilizan como elementos de soporte columnas corintias de fustes acanalados y como motivos decorativos las guirnaldas, rocallas, roleos y jarrones. El retablo está compuesto de banco, un solo cuerpo de tres calles y ático. Las calles laterales son ocupadas por las esculturas de San Miguel y San José, mientras que en la central aparece la urna de remates curvos, con el Cristo yacente, y sobre ella el enmarque del camarín de la Virgen de la Soledad. Un relieve de la Santísima Trinidad preside el ático. Los enmarques de las puertas se flanquean por columnas, rematadas por un frontón partido y una ménsula al centro, a manera de clave. Sobre éstas aparecen las imágenes de Santa Rita, en el muro derecho, y San Sebastián (patrón de Cantillana), en el izquierdo, cobijados bajo un frontón circular. Presumiblemente, estas dos imágenes pudieran ser del retablo de la antigua Ermita. El retablo mayor del santuario fue realizados por los maestros tallistas Manuel Caetano de la cruz y José Mayorga, mientras que la imaginería se atribuye con bastante fundamento a Juan Bautista Patrone.

Tras el retablo se encuentra el bellísimo camarín de la Virgen considerado el último camarín barroco de Andalucía, ya en línea con la corriente neoclásica. Este se configura como un recinto de planta cuadrangular al que se accede por dos grandes escaleras decoradas con pinturas murales imitando arquitecturas y zócalos de estilo neoclásico. El camarín se cubre con una bóveda de aristas en cuyo centro se sitúa la representación del Espíritu Santo en forma de paloma. Da luz al conjunto una ventana trasera con los emblemas de la corporación en los postiguillos que cubren unas encantadoras vidrieras de la época con los anagramas de Cristo y María. Toda la estancia se decora con estucos imitando mármoles de diferentes colores (ocultos en la actualidad bajo la capa de pintura uniforme de color verde) y riquísimas tallas de madera, fruto de la transición del barroco al neoclásico.

El despliegue iconográfico del camarín y del retablo, se vertebra sobre el tema de la Soledad de la Virgen ante la Muerte de Cristo. La lectura del retablo se realiza de izquierda a derecha (calles laterales) y de abajo a arriba (calle central); de este modo la primera imagen que encontramos es la de San Miguel, virrey del cielo, acompañante de las almas a la eternidad. En el otro extremo se ubica San José como Patrono de la Buena Muerte, porque tuvo la muerte más dichosa que un ser humano pueda desear: acompañado y consolado por Jesús y María. En la calle central se ubica la imagen de la Soledad  representando el dolor de la madre, ante la muerte de su hijo Jesucristo. En la parte superior se muestra el relieve de la Santísima Trinidad, donde Cristo resucitado aparece en el cielo junto a Dios Padre y el Espíritu Santo. La iconografía de este retablo hace un recorrido por los diferentes pasos del alma ante la muerte. La buena muerte (San José), la muerte del hombre (y el llanto desconsolado de la madre), el alma que abandona el cuerpo para alcanzar la eternidad (guiado por San Miguel) y finalmente alcanzar el cielo (Trinidad).

El camarín por su parte, muestra los atributos de la pasión y en la gloria, el Espíritu Santo. Pieza destacable es la peana de la Virgen, preciosa obra del siglo XVIII de considerable altura y líneas neoclásicas, sobresalen los cuatro ángeles atlantes, atribuidos a Bautista Patrone. A este mismo autor de adscribe los dos ángeles lampareros que escoltan el retablo. También en el presbiterio se encontraban dos doseles de madera dorada, a juego con el retablo y que servía para colgar los exvotos argénteos que los devotos ofrecían a la Virgen, lamentablemente desaparecidos.

Son muy interesantes los dos retablos fronteros, con las imágenes de San Juan y La Magdalena que se ubican en el lado izquierdo y derecho del crucero respectivamente. Estos retablos siguen la misma traza que el altar mayor igualmente posee columnas estriadas aunque estos retablos están pintado de blanco con adornos dorados. En los áticos de estos retablos se encuentran las imágenes de San Pedro y San Pablo. En los bancos sendas hornacinas con un curioso Niño Jesús del siglo XIX ejecutado en plomo y una pequeña imagen de la Virgen de la Soledad del siglo XVIII reproduciendo a la Patrona.

En el crucero de la derecha se colocó en las obras de 1973 una antigua lapida marmórea que hasta aquella fecha se encontraba en el suelo y que dice: A MAYOR GLORIA DE DIOS AE SPENSAS DE LAS LIMOSNAS Y DEVOCIÓN DE ESTE PUEBLO DE CANTILLANA SE COSTEO ESTE TEMPLO DE NTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD SE FINALIZÓ EL DIA 7 DEL MES DE DICIEMBRE DE 1792 SE BENDIJO EL DIA 1 DE FEBRERO Y SE HIZO UNA SOLENE FUNCION PARA LA COLOCACION DE ESTA YMAGEN EL 24 DEL MISMO MES EN EL AÑO DE 1794 SENDO MYORDOMO D. JOSEF VELAZQUEZ PRIBNTURAL Y VEZINO DE DHA VILA QUIEN PIDE RUEGEN A DIOS POR LOS BIENHECHORES Y POR EL.

En el lado opuesto se colocó una inscripción similar que dice: CON LAS LIMOSNAS DE TODO EL PUEBLO Y DEVOTOS DE LA VIRGEN. EN LOS AÑOS DEL SEÑOR DE 1969 A 1973 DE REPARO ESTA ERMITA TOTALMENTE EN SU CUBIERTA ARTESONADOS PARAMENTOS SOLERIA Y CASA DE SANTERIA AMENAZADA DE HUNDIMIENTO SIENDO PARROCO, D. ENRIQUE CARRASCO ZAMUDIO; MAYORDOMO, D. FRANCISCO PABLOS DURAN; SECRETARIO, D. JOSE PEREZ ZAMORA; TESORERO, D. MIGUEL FERRERA LOMA; VOCALES,  D. JOSE CASTAÑO DURAN, D. GABRIEL RIOS AMORES, D. ANTONIO SOLIS SAENZ DE TEJADA Y D. JESUS VILLALON LOZANO. SEA TODO A MAYOR GLORIA DE DIOS Y HONOR DE LA SANTISIMA VIRGEN DE LA SOLEDAD, PATRONA DE ESTE PUEBLO.

En el crucero de la izquierda se venera al Santísimo Cristo de la Agonía, interesantísima imagen de pasta, considerada la Imagen de Cristo más antigua de Cantillana. Procede del antiguo Convento de San Francisco y se trasladó a esta Ermita en su propio retablo que fue deshecho en las obras de 1969-1973 para realizar el actual retablo de mármoles blanco y rojo formando un medio punto. Tiene gran devoción este crucificado, suele salir en contadas ocasiones, solo para rogativas y anualmente se celebra una Misa en su honor.
De la nave única de la Ermita destaca su blancura y amplitud, a la entrada se encuentran dos bellas pilas para el agua bendita de la época de construcción del actual Templo, así como uno de los pocos exvotos que se conserva de los muchos que existían en la Ermita, siendo una placa conmemorativa con la siguiente inscripción: LUCHANDO EN TIERRAS DE ÁFRICA, EL CABO SERAFÍN SASTRE RODRÍGUEZ, VIOSE EL 15 DE JULIO DE 1922, EN TRANCE APURADÍSIMO, HASTA EL EXTREMO DE QUEDAR FUERA DE COMBATE EL GRUPO QUE MANDABA. EN TAN CRÍTICAS CIRCUNSTANCIAS INVOCO EL AUXILIO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA SOLEDAD, CUYO ESCAPULARIO LLEVABA, ADQUIRIENDO TAL VALOR, QUE RECHAZO AL ENEMIGO DE FORMA QUE SOLO A MILAGRO SE ATRIBUYE; EN TESTIMONIO DE GRATITUD SE COLOCA ESTA INSCRIPCIÓN. A. M. D. G. En cada uno de los cinco tramos de la nave y en otros espacios se sitúan las catorce estaciones del viacrusis realizadas con cruces de forja y en el centro de cada una de ellas, una tabla pintada al óleo con la estación correspondiente.

Anexos al Templo se encuentra a los pies, al lado izquierdo la casa de la santera. La figura de los santeros está ligada a la Ermita desde antiguo, puesto que al estar en el campo alejada de la población, necesitaba de una familia que se dedicase al cuidado de la misma. En la derecha las dependencias de la Hermandad, donde se expone los bordados del palio, la orfebrería y algunas insignias. También en esta zona se encuentra el almacén para los pasos.

A ambos lados del presbiterio en perfecta simetría, como ocurre con todo el templo, se abre la Sacristía a la izquierda y la antesala del tesoro de la Virgen a la derecha, de ambas parte las escaleras para subir al camarín. La sacristía muestra una decoración más funcional con credencias de mármol y austero mobiliario que guarda el ajuar litúrgico de la Hermandad.

A la derecha la Sala de la Virgen, una vez restaurada y puesta en valor, muestra el bello zócalo de pinturas que antaño bordeaba todo el interior del templo, así como las escaleras del camarín. Aquí se exhibe en un bello expositor el estolón delos atributos de la pasión, el ostensorio neoclásico y otras piezas del patrimonio de la Cofradía.
Un antiguo cancel de hierro da paso a la sala capitular donde se encuentra permanentemente expuesto el manto procesional de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, así como el resto de sayas, mantos y coronas de la Virgen; la Cruz con las escaleras o los varales del palio. En el exterior de la Ermita, en el porche se encuentran los populares “marmolillos”, así como el antiguo pozo y la cruz de hierro llamada del humilladero, elementos todos ellos junto al cementerio, inherentes al propio Santuario y su historia.

El 17 de Diciembre de 2005, y con motivo del nombramiento de la Virgen de la Soledad como Alcaldesa Mayor perpetua de Cantillana, se descubrieron dos grandes paneles de cerámica a ambos lados de la portada del Santuario y que narran los títulos concedidos a la Virgen, fueron realizados por Luis M. López Hernández, hermano de esta Hermandad. En el de la izquierda puede leerse: "La Santísima virgen María, venerada durante siglos en este lugar con el título de Ntra. Sra. de la Soledad, ha recibido desde tiempo inmemorial los honores de Excelsa Patrona de Cantillana y el tributo de la acendrada devoción de los habitantes de este pueblo que incesantemente se han beneficiado de su maternal y poderosa intercesión. Por ello, el 2 de diciembre de 1919, a instancias del clero parroquial y del ayuntamiento de la Villa, manifestando el sentir unánime del vecindario, la Santa sede apostólica aprobó el patronazgo canónico de la virgen de la Soledad sobre este municipio, haciéndose público solemnemente el 19 de septiembre de 1920 en la función de los Dolores Gloriosos, para honra y gozo de todas las generaciones de Cantillaneros".

En el de la derecha aparece la siguiente inscripción: "El ayuntamiento de Cantillana, en cesión plenaria celebrada el 24 de noviembre de 1995, acordó por unanimidad, conceder a Ntra. Sra. de la Soledad patrona canónica de este municipio, la medalla de oro de la villa, que le fue impuesta públicamente el 1 de mayo de 1996. En el X aniversario de esta distinción, el ayuntamiento en el pleno celebrado el 16 de diciembre de 2005, le concedió el título honorífico de alcaldesa perpetua de la Villa, haciéndolo público en una solemne función celebrada en este templo el 17 de diciembre de ese año, en que el señor Alcalde, D. José Eduardo Reina Hidalgo deposito a las plantas de la stma. Virgen el bastón de mando como símbolo de amor y agradecimiento de los hijos de este pueblo a su augusta Patrona y Bienhechora".

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Asimilación de las Imágenes y los Retablos de la Ermita

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Más fotografías:




Planta y Alzado del Santuario











Diversas fotografías de la Sacristia y la sala capitular.