miércoles, 4 de noviembre de 2009

Paso del Calvario


El paso del Calvario, también conocido como de San Juan y la Magdalena, es quizás, el conjunto procesional más genuino de la Semana Santa de Cantillana.  No responde a ningún pasaje evangélico sino que  surge ante la necesidad de reunir varios de los pasos que formaban el cortejo en uno solo. En los orígenes la Cofradía salía con varios pasos o pequeñas andas, el Triunfo de la Santa Cruz, con el madero del cual pendía el sudario y las escaleras, sobre una peña o “Calvario” que terminaría dándole nombre a todo el conjunto del que hablamos; el paso de San Juan Evangelista, el Santo Sepulcro y la Virgen de la Soledad; posteriormente en 1722 se suma el paso de la Magdalena, llegando a contar con cinco pasos.

Antiguo Paso del Calvario en una de sus ultimas salidas.
En el Calvario, se reunieron tres de estos pasos formando uno solo y consiguiéndose así un bello conjunto de encantadora personalidad y genuinamente cantillanero. Sobre la canastilla se ubica el Triunfo de la Santa Cruz o Calvario propiamente dicho, compuesto por la antigua cruz arbórea, (muy probablemente la contratada en 1583 a Juan de Santamaria), La Cruz tiene como base una peana o recreación del monte Calvario de base rectangular compuesta por un molduron curvo sobre el que se sitúa la peña o monte con piedras y tallos de flores, muy posiblemente de la misma época. La cruz se remata con artísticas y antiguas cantoneras y cartela con el Inri, todo ello de plata. Tras la cruz se colocan las dos escaleras utilizadas por los Santos Varones para descender el cuerpo del Señor, y de sus brazos cae el sudario, contando con varios, destacando uno de encajes de finales del siglo XIX.
La Cruz vacía es el símbolo por antonomasia de la Soledad de María y por extensión de la Cofradía, simboliza también la Resurrección de Cristo. La liturgia del Viernes Santo ordena que la Santa Cruz sea adorada, haciéndose ante la misma genuflexión, por ello antaño, cuando pasaba el Calvario por las calles, los fieles adoraban la Cruz, como consta por testimonios de los más mayores.

Delante del Calvario, al lado derecho se encuentra la Imagen de San Juan Evangelista, mientras que a la derecha, Santa María Magdalena, ambas son tallas para vestir del siglo XVIII, son los apóstoles de la Cruz, que acompañan en el duelo a la Santísima Virgen, formando parte del Entierro de Cristo que cada Viernes Santo rememora la Cofradía. La presencia del discípulo amado y de la Magdalena en el paso propicia que también sea conocido como “el paso de San Juan y la Magdalena”.

El antiguo paso del Calvario era de dimensiones más reducidas, siendo portado por maniguetas, D. José Dorado Rico encargó en 1946 la breve canastilla de este paso, que aún conserva la Hermandad, siendo de madera en su color con pequeñas columnas salomónicas doradas y apliques de metal plateado con los evangelistas, símbolos de la cofradía y la propia imagen de la Patrona, fue realizado por Francisco Luis Zambrano en Sevilla según la inscripción que se conserva en el interior del mismo: “lo hizo Francisco Luis Zambrano a la edad de 70. Sevilla a 24 de Marzo de 1946, mandado a hacer por D. José Dorado Rico vecino de Cantillana”.
En 1990, el encantador conjunto junto al Sepulcro, fueron sustituidos por un paso de grandes dimensiones con el cual se pretendió el fallido intento de un traslado al Sepulcro utilizando las imágenes del Señor, San Juan y la Magdalena y una nueva de José de Arimatea. La idea no llegó a fraguar, el pueblo siempre reclamó los  pasos del Calvario y del Sepulcro que si contaban con el peso popular de la historia y la devoción. Después de tres años, en 1994, se prescindió definitivamente de la figura de José de Arimatea para hacer un intento de recrear los signos autóctonos de la Cofradía, de esta forma volvió a utilizarse la Santa Cruz aunque sin la peña y las imágenes de San Juan y la Magdalena a los pies, aunque de forma invertida a la tradicional, y delante el Cristo Yacente, a la espera de que se restaure su Sepulcro y vuelva a salir como siempre.

En un histórico cabildo de carácter extraordinario, celebrado el 26 de mayo de 2015, los hermanos por unanimidad, aprobaron la recuperación del Paso del Sepulcro y la remodelación del Paso del Calvario; así un grupo de hermanos especialistas en la materia fueron los encargados de restructurar la canastilla del paso de misterio. El Viernes Santo de 2016, el Calvario volvió a salir como siempre, aunque en el actual paso.

El proyecto, inconcluso, de remodelación de la canastilla, consistió en su primera fase en la reducción de las medidas, dorado en oro fino de algunas partes y los fondos marmóreos de todo el conjunto.
La canastilla de estilo neobarroco es rectangular, con cartelas en el frontal, trasera y laterales. Toda la ornamentación está dorada en oro fino sobre un fondo marmolizado, en la parte superior una filacteria con la inscripción: “Dulce lignum, dulces clavos, dulce pondus sústinet.” Y “Ecce lignum Crucis, in quo salus mundi pependit. Veníte adoremus.” (“Mirad el árbol de la cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo” y “Dulce leño, dulces clavos, dulce peso que sostuvo”). Sobre la canastilla, en cada esquina del paso, candelabros de guardabrisas con cinco luces cada uno, en un futuro serán dorados. Y en los medios de los laterales una jarra de metal plateado. La parihuela se remata con una gran moldura, tallada con motivos vegetales y las cuatro maniguetas.