domingo, 25 de marzo de 2018

La Santísima Virgen de la Soledad ya se encuentra en su paso

Tras la jubilosa jornada del Viernes de Dolores, la Patrona de Cantillana ha sido entronizada en su paso de palio para realizar su salida procesional el Viernes Santo. La Virgen viste el emblemático manto de Rodríguez Ojeda, principal joya de bordado de nuestro pueblo; la saya tradicional del Viernes Santo, de finales del siglo XIX, y la corona de M. Palomino. Estrena para la ocasión un valioso tocado compuesto por un chal estilo art-decó, de principios de siglo XX, realizado en un tejido de tul artesanal decorado por tachuelas de metal sobredorado que componen elegantes dibujos geométricos. Además estrenará unos nuevos puños de encaje de punto duquesa. Ambas piezas han sido donadas por nuestro hermano el Rvdo. Sr. D. Álvaro Román Villalón. La Virgen en su paso, abre cada Sábado de Pasión las celebraciones de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor y evoca de nuevo aquellos versos del pregón de Manuel Vega Pablo: “Cuando la Virgen se pone el manto de Juan Manuel…” 







Cuando la Virgen se pone
el manto de Juan Manuel
viste de luto con él,
también nuestros corazones,
porque sangra, a borbotones,
el negro hachón de la cruz,
y se nos muere Jesús
al par que nacen las flores.

Tres clavos rasgan el cielo.
La muerte quiere triunfar
y con lanza atravesar
a la vida como un velo.
Destapa la cruz el duelo
y se desnuda la fe
al ver a Dios descender
sus cinco llagas mostrar
y a la Soledad pasar
con manto de Juan Manuel.

El dolor la descompone,
es tarde del viernes santo,
envuelve su negro manto
también nuestros corazones.
Suenan los roncos tambores
y la pena se hace palio,
sepulcro, escala y sudario
y en la mente se te graban,
un llanto de siete espadas
y el vacio del sagrario.

Otro sábado termina
la historia de esta pasión,
muere la flor del dolor
cuando las flores germinan,
la luz de la pascua encima,
arde en un hachón de fe.
Nuestra esperanza es saber
que el domingo Resucita
y la patrona se quita
el manto de Juan Manuel.

(Fragmento del pregón de la semana santa de Cantillana de 2004, pronunciado por D. Manuel Vega Pablo)