domingo, 12 de febrero de 2012

El tiempo pasa rápido y a veces no percibimos su diligente discurrir, sobre todo cuando estamos ilusionados y embaucados en proyectos comunes y necesarios, aunando esfuerzos hacia una meta. Hace ya cuatro años, y aun sentimos cercano sus inicios, cuando nuestra hermandad en su recién estrenada legislatura emprendió unos de los proyectos más necesarios para la corporación, que ha consistido en las obras de rehabilitación y restauración de las sacristías de la ermita de la Soledad y construcción de la nueva sala capitular donde se expone parte del patrimonio artístico de nuestra hermandad. Es por tanto el momento oportuno de hacer balance, valorando positivamente el proyecto primordial que ha llevado a cabo la actual junta de gobierno y que concluyó el pasado mes de octubre con la inauguración de las flamantes dependencias por parte del obispo auxiliar de Sevilla D. Santiago Gómez Sierra tras la celebración de la solemne función de los Dolores Gloriosos.


Desde estas páginas, durante los cuatro años de duración, hemos ido informando a los hermanos y devotos de cada una de las fases que se han llevado a cabo en las obras: sustitución de cubiertas, edificación de nueva planta, terminaciones y revestimientos, recuperación y restauración de las pinturas murales del siglo XVIII, realización de mobiliario,… Al día de hoy, con todas las dependencias terminadas, se pueden admirar los mantos de la Virgen, sayas, varales del palio, etc.… expuestos con la dignidad y decoro que requieren estas piezas, todo ello gracias a la colaboración de los hermanos y muchos devotos que desinteresadamente han contribuido con su aportación económica, donaciones o su trabajo de forma altruista.

Con esta necesaria intervención en el Santuario de nuestra Patrona, se ha puesto en valor espacios del edificio que quedaban obsoletos y se ha dotado a cada sala de un uso específico, solucionando así problemas de organización y espacio tanto en la exposición y conservación de enseres como para el desarrollo de la vida de hermandad y necesidades parroquiales. Así pues, la recién rehabilitada sala izquierda sigue manteniendo su uso como sacristía, y la estancia derecha ha quedado como antesala del tesoro, además la recuperación y restauración de sus zócalos de pintura mural la convierten en el único testigo visual del aspecto original del santuario. La sala capitular contigua se ha destinado a exponer el ajuar y tesoro de la Virgen, de forma digna y siguiendo criterios para la correcta conservación de las piezas. También permite un uso como sala de reuniones, cabildos y otros usos.

Como D. Santiago -obispo auxiliar de Sevilla- nos transmitió en su homilía de la función de los Dolores Gloriosos, en nuestros días ha cobrado una especial relevancia la restauración y rehabilitación del patrimonio, del legado que hemos recibido; tanto material como devocional y espiritual, el cual somos los responsables de cuidar y transmitir a las generaciones venideras. Al igual que restauramos nuestros templos, nuestros enseres, nuestras imágenes,… debemos restaurar nuestra fe y valores cristianos y la devoción a la Virgen que la sociedad y el tiempo van deteriorando poco a poco. Si las obras materiales no sirven para restaurar y consolidar la fe y los valores como comunidad y hermandad, están vacías y no adquieren verdadero sentido. Nuestra hermandad es consciente de ello, y en cada meta o proyecto que se propone, subyace detrás un fin común, un trabajo o esfuerzo colectivo que ayuda a seguir avanzando como hermandad y a conocer y poner en valor el verdadero sentido y fin de la cofradía.


Tras la “puesta a punto” del santuario de nuestra Patrona, esta hermandad se propone nuevos proyectos. Siguiendo con la trayectoria emprendida de restauración y mantenimiento del patrimonio, en el más amplio sentido de la palabra, llega ahora el momento de volver la mirada a nuestras imágenes titulares, ya que uno de los fines primordiales de una cofradía es dar culto a sus titulares y mantener a sus imágenes con dignidad. Queremos aprovechar este foro para hacer una llamada de atención sobre el estado de conservación de la imagen del Cristo yacente que durante mucho tiempo ha permanecido en un discreto segundo plano. Desde el seno de la hermandad se esta realizando una labor de reposición al culto y revalorización de nuestro titular, rescatándolo del olvido de todos los cantillaneros, siendo conscientes de la importancia histórica, artística y devocional de este Cristo dentro de la hermandad de la Soledad y del pueblo de Cantillana. Se trata de la imagen procesional más antigua de Cantillana, y una de las escasas imágenes documentadas dentro de su tipología, lo cual convierte a este Cristo en una pieza excepcional. Recientemente la hermandad solicitó un informe diagnóstico y propuesta de intervención de conservación y restauración de la imagen, y tras los estudios pertinentes, los expertos aconsejan una inminente intervención sobre la obra para poder garantizar su conservación, debido a su avanzado estado de deterioro.

Con proyectos como este, la hermandad de la Soledad seguirá siendo fiel a sus principios, y conseguirá poco a poco recomponer y recobrar su identidad, atendiendo a necesidades primordiales y conservando el legado que los cantillaneros de hace casi cinco siglos nos han venido dejando en nuestras manos.

La nueva junta de gobierno que tomará el relevo tras la Semana Santa de 2012 será la encargada de afrontar estos nuevos propósitos, para lo que deberá contar con el apoyo y colaboración de todos los hermanos y devotos, como viene siendo habitual siempre que la hermandad lo requiere.

Por último, aprovechamos estas líneas para reiterar nuestro agradecimiento a todos los que de una u otra forma han ayudado y colaborado incansablemente con la hermandad durante estos últimos cuatro años y hacen que lleguemos a las metas propuestas. Con el esfuerzo y fervor de todo el pueblo de Cantillana haremos realidad las palabras de nuestro obispo auxiliar, y seguiremos RESTAURANDO nuestro patrimonio histórico, artístico, espiritual y devocional entorno a nuestra augusta y excelsa Patrona, la Virgen de la Soledad y su hijo Jesucristo.







Las fotografías que ilustran este artículo corresponden a la Función Solemne de los Dolores Gloriosos de 2011, presidida por D. Santiago Gómez Sierra, Obispo auxiliar de Sevilla.