Recupera una importante pieza que era habitual en la iconografía de la Virgen en tiempos pasados, tal como se desprende de diversas referencias documentales del archivo de la hermandad a lo largo del siglo XVIII, donde aparecen, por ejemplo, asientos de gastos por "el rizado de la toalla". Se trata del uso de una toalla o sudario plisado artesanalmente en sus manos sosteniendo la corona de espinas y los clavos, que refuerza la impronta oblativa de la imagen. La presencia de este elemento simbólico era habitual en el tipo iconográfico de la Virgen Dolorosa que seguía el modelo Habsburgo. En este sentido, la Patrona porta una antigua pieza almidonada que se incorpora así a su ajuar.
Asimismo, luce por primera vez un antiguo cíngulo o estola de terciopelo negro bordado en oro que ha sido donado por N.H. Miguel Ángel Martínez Jiménez, en memoria de su madre Remedios Jiménez Pascual, como signo de su devoción a Nuestra Señora de la Soledad, Patrona de Cantillana, a quien ruega que interceda ante Dios por ella.
Fotos de: Passio Naevensis