Hoy hemos despertado con el bien de la lluvia que tanto necesitan nuestros campos, solo días después de que celebráramos la Santa Misa en honor del Santísimo Cristo de la Agonía que con carácter de rogativas reunió en el santuario de la Patrona a numerosos cantillaneros. La devotísima imagen del Cristo de la Agonía según marca la tradición de nuestro pueblo solo sale en procesión para implorar que el agua del cielo riegue nuestras tierras, por ello a sus plantas hemos acudido una vez más y el Santo Dios, Fuerte e Inmortal ha escuchado nuestras suplicas. No obstante, seguiremos rogando al Señor que derrame el bien de la lluvia más abundantemente, puesto que después de la prolongada sequía, se necesita mucha más agua.
¡Que la lluvia sea para nosotros el signo de tu gracia y bendición! Así, confortados por tu misericordia, te rendimos gracias por todo don de la tierra y del cielo, con que tu Espíritu satisfaga nuestra sed. Por Jesucristo, Tu Hijo, que nos ha revelado tu amor, Fuente de Agua Viva que brota hasta la vida eterna.
Santo Dios,
Santo Fuerte,
Santo inmortal,
líbranos Señor
de todo mal.
¡Santísimo Cristo de la Agonía, ten misericordia de nosotros!