Durante la homilía, nuestro párroco exhortaba a los fieles a que acudan en busca de María Santísima de la Soledad, que está en todas nuestras casas y que es el nombre en el que Ella tiene cobijada a toda Cantillana, Ella es nuestro refugio, nuestro amparo y nuestro auxilio.
Finalizó la Santa Misa con el canto del himno de la Patrona y se le hizo entrega a la Hermandad de la Divina Pastora de un cuadro con una reproducción del antiguo grabado de la Soledad. Del mismo modo recibimos de la Hermandad de la Pastora el pergamino que acredita nuestra participación en el Año Jubilar.
Desde nuestra Hermandad queremos pedir disculpas públicamente a todos aquellos hermanos que no pudieron participar de la Santa Misa por motivo del aforo motivado por la difícil situación que atraviesa nuestro pueblo, por la cual nuevamente nos ponemos en las manos de nuestra Madre de la Soledad, de cuyo patrocinio siempre se ha beneficiado Cantillana.