La Santísima Virgen de la Soledad ya ha sido ataviada para sus cultos principales: el Septenario y su Solemnidad Litúrgica, el Viernes de Dolores. Viste la saya del Viernes Santo, realizada en 1900 y el manto de camarín bordado en oro, también de principios del siglo XX, atribuido a Juan Manuel Rodríguez Ojeda. En la cintura, la estola de los atributos de la pasión, del siglo XVIII y la corona neoclásica de plata dorada, de M. Palomino. Luce en su pecho una antigua cruz de filigrana de plata, que ha sido donada por Carmen Castaño Rondón.
Fotos: Jesús Quintana Pablo.