El cáliz se rescató en Siria y está en España para alertar sobre la situación de la Iglesia necesitada y perseguida. Según se destaca en la información facilitada por ACN, “la historia de este sacrilegio, cuyos militantes habrían utilizado el cáliz para afinar la puntería de sus armas en la llanura de Nínive, en Mosul (Irak), es merecedora de su recorrido por las diócesis de España”. La pieza se volvió a consagrar y, desde entonces, no ha parado de viajar por todo el mundo, pudiéndose apreciar incluso los destrozos que le ocasionaron las balas.
El cáliz ha sido utilizado por nuestro párroco D. Manuel
Martínez Valdivieso para la consagración, y en su homilía explicó que la
presencia de este cáliz en nuestro pueblo, a las plantas de nuestra Patrona, es
una gracia especial que nos concede el Señor.