domingo, 13 de octubre de 2019

Traslado de Nuestra Señora de la Soledad (Alejandro Daza)

Sálvame, Virgen María,
óyeme, te imploro con fe:
mi corazón en Ti confía,
oh, Madre mía, sálvame,
oh, Madre mía, sálvame.
Sálvame.
El pueblo de Cantillana
no perecerá jamás,
porque su Madre se llama
Virgen de la Soledad.

Fotos: Alejandro Daza.
































© Fotos: Alejandro Daza Sanz.

Sálvame, Virgen María,
óyeme, te imploro con fe:
mi corazón en Ti confía,
oh, Madre mía, sálvame,
oh, Madre mía, sálvame.
Sálvame.

El pueblo de Cantillana
no perecerá jamás,
porque su Madre se llama
Virgen de la Soledad.

Sálvame, Virgen María,
óyeme, te imploro con fe:
mi corazón en Ti confía,
oh, Madre mía, sálvame,
oh, Madre mía, sálvame.
Sálvame.

Acuérdate de la hora
en que te nombró Jesús
mi madre y mi protectora
desde el árbol de la cruz.

Sálvame, Virgen María,
óyeme, te imploro con fe:
mi corazón en Ti confía,
oh, Madre mía, sálvame,
oh, Madre mía, sálvame.
Sálvame.

(copla popular de principios del siglo XX)