La milagrosa imagen de la Patrona de Cantillana ya se muestra ataviada para el mes que dedicamos a los fieles difuntos, luce como es costumbre para estas fechas la antigua estola de la Pasión, pieza del siglo XVIII, la más antigua que conforma su ajuar; el luto que caracteriza siempre a la Virgen de la Soledad, se vuelve estos días aún más austero, al portar manto liso y la saya bordada en oro a comienzos del siglo XX conocida como “la del piquito”. La corona de plata es la que habitualmente luce en su camarín, así como la medialuna del siglo XVIII que completa su iconografía.