El Septenario en honor de la virgen de la Soledad constituye una de las manifestaciones cultuales más arraigadas en Cantillana, desde el viernes anterior al de Dolores y hasta el jueves de pasión, son muchos los cantillaneros que suben al Santuario de la Patrona para participar de sus cultos principales. Este año el Altar de cultos que los priostes de la Hermandad levantan para el Septenario presenta como novedad la bellísima bambalina con el comienzo del Stabat Mater que sobre la embocadura del camarín cobija a la Virgen, así como el monumental manifestador para el Santísimo Sacramento. Fotos: Francisco Guerrero Gallardo.
Hoy te quiero yo decir
dulce Reina de los cielos,
que cantaré tu grandeza
y lo mucho que te quiero,
voy a decirte bendita
con los pespuntes del verso,
quiero alabar tu finura
como lo hace este pueblo,
como lo hicieron en tiempo
tantísimos cantillaneros
que invocaron tu nombre
para recibir el consuelo.
Voy a verte en mi pregón
como un verso hecho lucero
como una rima perdida
en tu mirada de ensueño,
quiero ser quien te dijera
como humilde cantillanero,
que Cantillana está viva
por la fe que en ti tenemos,
toda una vida contigo
arrodillado este pueblo
implorando vuestro auxilio
rezando ante ti su credo.
Generaciones de padres,
y de hijos te quisieron
que vivieron por llenarte
a tus plantas con sus rezos,
que lloraron ante ti
bella Reina de los cielos,
y nos dejaron la herencia
la devocion que tenemos.
Yo te he visto en Soledad
y he rezado en tu silencio
y visto como sonries
mientras que tu mano beso,
en ese día de octubre
que bajas al presbiterio,
dejando tu camarin
para pisar nuestro suelo
y tu rostro tan divino
mi corazón dejó preso
al tenerte tan cerquita
crei que estaba en el cielo.
Y te visto en un Altar,
y a tus plantas cirios puestos
presidiendo un septenario
que se pierde en el recuerdo,
con majestad y señorío,
y con empaque te han puesto
bajo palio donde el viernes,
procesiona por los vientos
y volveré a venerarte
como mis padres y abuelos,
en un nuevo Viernes Santo
parando el reloj el tiempo
cumpliendo así la promesa
que mis mayores hicieron
y que hoy en mí se renueva
y seguiré trasmitiendo
perviviendo eternamente
ese hondo sentimiento,
a ese bellísimo rostro
de la Virgen que más quiero.
Y volveré a acompañarte
por las calles entre rezos,
hasta que vuelvas a entrar
por las puertas de tu templo,
pá llenarte de piropos,
los que guardo en mi pecho,
al compás de las mecidas
de tus hijos costaleros…
(Del pregón de la Semana Santa de Cantillana de 2017, pronunciado por N. H. D. Jesús Carlos Calero García)
© Fotos: Francisco Guerrero Gallardo