En este tiempo de Adviento la Virgen de la Soledad ha
sido cambiada de manto, así permanecerá
hasta la próxima Cuaresma, viste la saya de terciopelo negro bordada en oro a
comienzos del siglo XX, conocida como “del
piquito” ceñida con el fajín de “hebrea” y el manto negro bordado en oro
por la familia González Gata en los años de 1960 posteriormente enriquecido, la
corona de plata del siglo XVIII y la medialuna completan su iconografía
habitual en la siempre destaca el luctuoso negro propio de su advocación. Fotos: Jesús de la Fortuna y Juan Ferrera Valle.