La valiosa corona de Palomino que, desde principios del siglo XIX ha venido luciendo habitualmente la Virgen de la Soledad en las grandes solemnidades, ha sido magníficamente restaurada por el prestigioso joyero cordobés Manuel Valera quien además, ha realizado el enriquecimiento de la pieza gracias a la generosidad de todos los cantillaneros que se han volcado para que la corona luzca en todo su esplendor en la solemne Coronación de su augusta Patrona.